miércoles, 13 de febrero de 2008

No me importa


Ya no quiero correr. Me angustia correr. No quiero que me empujen tampoco. No necesito un estímulo. No tengo apuro por llegar a ningún lado. O si, pero le debo tranquilidad y me debe paciencia. No quiero recompensas tampoco. No necesito premios. Tengo piernas. Mis piernas vivas. Felices. Dueñas mías. Motivos. Cerebro. Tampoco me importa que me escuchen. Hoy no. No busco nada de nadie. Ato mis brazos, sello mis labios, cierro mis ojos. Voy a escuchar lo que haya para oir. Lo que quiera sonar. Lo que sienta mi silencio y me hable, me cante al oido y me grite. Supongo que va a acariciarme tambien; pero hoy no importa. Hoy quiero escuchar.

martes, 22 de enero de 2008

Mendigar y olvido


Hoy viajaba en el tren y mirando cosas por la calle, empecé a pensar en todas esas personas por las que uno se va rodeando en la vida y como en diferentes momentos se van filtrando esas relaciones de amistad (por asi llamarlas). Personas que para describirse utilizan palabras como transparencia (¿?), fidelidad, respeto, simpatía, etc. Pero a la hora de enfrentar algún inconveniente salen corriendo a esconderse detras de empobrecidos y trillados argumentos ideológicos sobre su estilo de vida, sumado a los valores que hay que tener a la hora de virir; cuando el problema no tiene nada que ver con eso. Olvidándose de la parte tolerante de una amistad. En algún momento uno se olvida que el otro es un pelotudo por reaccionar de esa manera e intenta demostrarle simpatía y buenas reacciones; que solo son devueltas con vacíos tanto emocionales como cerebrales. En pocas palabras, uno comienza a mendigar lo que el otro debería entregar naturalmente. Pero el rencor... El rencor es algo que no acepto; ni para cosas importantes ni para boludeces. No lo entiendo directamente. ¿Quién realmente esta libre de algún error como para ponerle cara de culo a otro por haberse equivocado en algo intrascendental? No sirve la vida sin oportunidad de equivocarse. Ni la propia, ni la ajena, ni la conjunta, ni ninguna. Nadie puede ir por la vida con el cartelito de "perfecto" en la frente. ¿Quién realmente se cree que es el que te señala y te rechaza? Logicamente estoy hablando de personas que significan/aron algo para la vida de uno y ante la primera equivocación (equivocación no es lo mismo que avivada) te cerraron la cara. Entonces yo me pregunto, ¿hasta que punto no nos hacen un favor dejándonos de dar bola? ¿cuánto valen realmente sus intenciones para con nosotros si ante el primer problema desaparecen sin importarles nada mas que sus enojos y sus filosofías baratas vacías de cualquier sentimiento?

jueves, 17 de enero de 2008

Danzar los pies


Algunos días (pocos) me olvido de algunas cosas que me pasan por el cuerpo y el corazón cuando bailo. Pero el resto, bombardeo mis pensamientos con los hermosos movimientos que la danza me permite realizar. Desplazarme respirando, llenandome de aire para vivir. Feliz. Vivir feliz. Como cuando te reis y no podes parar y sentis que la felicidad te colma tanto... Aunque sea en ese momento. Bueno, eso me pasa a mi cuando bailo. Siento que el corazón me va a explotar. Quiero llorar todo el tiempo de la emoción que causa cada coreografía dentro de mis sentimientos. Escuchar la música, sentirla, interpretarla, disfrutarla, respirarla, romperla, hacerla mía, contagiarla de mi sueños, mostrarle mi camino, mis deseos, mis movimientos. Que seamos una. Que sepamos para donde va cada una. Sin errores. Y si los hay disfrutarlos, reconocerlos y aprenderlos. Sin miedos o con, pero felíz. Y una indicación y otra y otra y otra. Una pierna por acá, un brazo por alla, el cuello que se suelta, se sale, se libera de mi, la mirada propia, mas mía que nunca, el alma atenta. Los dedos afilando el aire, volviéndolo puntos. Puntos que me traspasan la cara pero no me tocan. Me llevan también. El aire me lleva siempre y me suspende, enamorada de cada paso; y cada caida. Visualizar un mar; uno presente y cercano. Y bailarlo. Con las olas y la sal. Bailarlo ilusionada, flotando, suspendida por placer. Transformando mi ira y mi pesar en burbujas que se rompen con cada salto y cada vuelo. Cuando el cuerpo se enciende no hay vuelta atras. Descubrir los sentimientos que provocan nuestros placeres es un camino de ida solamente. No se puede contra eso. Hace mal. No sirve. Engendra dolor, rencor y sentimientos totalmente destructivos para con uno mismo y los demas. Por eso es muy simple. Ser felíz, en mi vida es cuestión de algunos acordes. Conteos y miradas reflejadas en grandes espejos color piel, que constituyen un mundo de grandes expectativas luminosas. Gotas de agua fresca recorriendome a mi, a la que baila para ser felíz.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Serena Inhalación


Nadar. Nadar en aguas claras sin saber a donde voy. Se hace sueño, se hace dolor. Se confunde. Me confundo. Respiro; siempre respiro. Luego intento que el aire alcance y me hundo. Me hundo hondo. Hondo. Entonces floto. Flotando conmigo, cerrando los ojos; y abriendolos. Encuentro la pena, la acompaño, la acaricio. El dolor, no es malo, solo sufre. Acompaño a mi interior y a sus movimientos. Sus sonidos. Sintiendo. Siento mar. Gotas de agua mineral. La frescura, la frescura de mis ojos que todo lo ven en ese inmenso fondo hondo. Sigo sumergiendome, mas y mas. Brotan colores, pero todo sigue siendo cristalino. Y las voces... Siempre las escucho, pero esta vez rien; estan tranquilas. Tienen sueños tambien. Sienten las burbujas como yo las siento. Sienten las cosquillas. El aire se sigue desparramando en mi interior. Junto con las palabras y la música. Esa que renueva y sueña conmigo. Gira mi cuello y se alarga, formando un puente entre mi calma y mis nervios. Los invita a quedarse a verme flotando. Ven mi sonrisa y sonrien tambien. No saben porqué, pero lo hacen. El aire se va acabando, pero lo mantengo un poco mas; todo sea por soñar otro rato. Por la calma que esta conmigo. Ingrávida, dulce, pálida, completa, suelta, libre de mi. Soy libre, suelto los sueños que me ataron al dolor. Liviana. Me dispongo a emerger, a brotar como raíz enamorada y en la subida, mi aire se va alejando, para darle paso a uno nuevo. Uno que me deje nadar, en segundos, otra vez, placentera.

martes, 9 de octubre de 2007

Bombones


Bombones. Con envoltorios de colores. Con mensajes escondidos. Con dulce de leche. Con almendras. Con nueces. Con Chocolate blanco. Con crema. Con frutilla. Con mousse de chocolate. Con menta. Con coco. Con caramelo. Con café. Con avellanas.

Estoy inventando una caja en la que nunca se terminan.

martes, 15 de mayo de 2007

PC


Sin reemplazar ni cambiar sentidos, todo sigue como si nada malo existiera. ¿Y quién dice que existe? ¿Y quién dice que no? En definitiva, nunca hay comienzos ni finales definidos. Solamente, está el miedo a encontrarse con uno de ellos. "Si vas a empezar algo pensando en el final, mejor finalizalo en tu cabeza, e imaginate toooooda una historia, que tal vez, podría llegar, o no, a llevarse o traerse así" (pensé muchas veces). (¿Por qué muchos leen o escuchan la palabra "historia" y relacionan todo con el amor? [el amor de enamorados ¿no?]). Siendo un presente tan inexplicable, como común y normal, me dedico a confiarle mi vida a una computadora; porque las personas están, pero pasan por ella. Y no pienso en vacíos o faltantes, no necesito motivos, solo resuelvo encontrarme con lo que enfrento hoy. Y no es que enfrente de valiente, es simplemente que estoy y aparece. Una especie de "destino" (porque no creo mucho en él) presentable.

MI VIDA FRENTE A UNA COMPUTADORA, ES MAS QUE UN SIMPLE ESCRIBIR

No es que sueñe pelotudeces, es que encuentro demasiadas razones para sentirme a gusto. Y confío mis problemas, sin tirarlos sobre otro. No le entrego mis claves al aire, solamente, comparto misterios sin romper secretos. Y no se trata de escribir algo sin sentido por mística pura. Es, lograr un simple sentimiento en algo ajeno. Porque puedo hablar, sin mover los labios (aunque me relate a mi mientras escribo). No es "necesidad de...", es "agradecimiento por...". Y los malos días, están ahi para todos... Y los buenos también... Junto a los intermedios. Uno no es propenso a alguno en especial. Son las ganas de sentirse de una determinada forma lo que nos lleva al día en especial. Y a compartirlo o no con alguien.

Y cada vez que:

-Veo una pantalla
-Escucho una canción
-Encuentro una queja

Y algunos otros momentos mas, las caras aparecen, junto con los gestos.

No voy a repetir muchas veces lo malo.
Pero los agradecimientos si.

martes, 8 de mayo de 2007

Flores


Me quedé dormida. Comencé a soñar con un lugar totalmente solitario. Estaba lleno de árboles y montañas. Practiqué la subida con emoción. El sol me quemaba las pisadas, pero todo era bello. Me agaché para respirar del pasto y descubrí el color que sus frutos despedían. Junté flores y las agrupé según las sensaciones que me provocaban. Unas quedaron para mi propia soledad. El segundo grupo exponía tanto dolor, que lloré junto a ellas para acompañar su tormento y comprenderlo mejor. Las terceras fueron perfectas para adornar el paisaje de mis sueños; por ello decidí dejarlas junto a mi cama. El cuarto grupo encajó en las marcas de las heridas porovocadas por ausencias en mi pecho. El quinto y anteúltimo grupo, se me desarmó entre los dedos y descubrí que su fragilidad se debía a su belleza. Por último, el sexto grupo, pertenecía a una familia de flores positivas. Es decir, hacían sonreir con su aroma puro y lleno de vida a quien lo quisiera así. Entonces, decidí que ese ramo era para regalar. A quien yo quisiera hacer felíz. O mejor dicho, a quien quisiera ser felíz. Y recordé, que un día me enamoré de las sonrisas. Y hoy encontré ese ramo y sigue tan fresco y hermoso como el primer día.